Avulsión dental: qué es y qué hacer si te pasa
La avulsión dental es uno de los accidentes dentales más graves , ¡te pueden dar un buen susto! Este tipo de lesión es común en situaciones de impacto fuerte, como caídas o accidentes deportivos, y requiere atención inmediata para intentar salvar el diente. Es natural preguntarse qué hacer si uno de nuestros dientes sufre una avulsión dental, así que en este artículo te explicaremos en detalle cómo actuar en esos primeros momentos críticos. ¡Sigue leyendo para poder mantener tu sonrisa a salvo!
¿Qué es una avulsión dental?
La avulsión dental se produce cuando un golpe fuerte saca el diente de la encía, dejando el alveolo expuesto. Por un lado, puede ser doloroso, pero si actúas rápido y pides una cita de urgencia, puedes recuperar tu mismo diente. La rapidez con la que se recibe atención profesional puede marcar la diferencia entre reimplantar el diente con éxito o perderlo de forma definitiva.
Por otro lado, es importante destacar que los dientes permanentes pueden reimplantarse con éxito si se actúa a tiempo, mientras que los dientes de leche, generalmente, no se reimplantan.
En caso de que la preocupación sea por un diente negro por un golpe, te damos más información en este post.
Principales causas
Las causas de la avulsión dental son variadas, pero en general se relacionan con impactos directos y fuertes en el área de la boca. Entonces, ¿qué te puede provocar una avulsión?
- Accidentes deportivos: deportes de contacto como fútbol, baloncesto, o artes marciales presentan un alto riesgo de traumatismos dentales.
- Caídas: las caídas accidentales, especialmente en niños y adultos mayores, son una causa frecuente.
- Accidentes de tráfico: colisiones o accidentes de coche pueden causar fuertes golpes en la boca, que resulten en avulsión dental.
Identificar la causa es importante, ya que puede ayudar a prevenir futuras lesiones y a tomar medidas de seguridad, como el uso de protectores bucales en actividades de riesgo, ¡te lo recomendamos!
Primeros pasos fundamentales
Si has sufrido una avulsión dental o estás con alguien en esta situación, es fundamental actuar rápido y seguir estos pasos para intentar preservar el diente:
- Recoge el diente con cuidado: tómalo siempre por la corona (la parte superior) y evita tocar la raíz para no dañarla.
- No limpies ni frotes el diente: evita frotar o lavar la raíz del diente, ya que contiene tejidos esenciales para su reimplantación.
- Coloca el diente en un medio adecuado: si es posible, vuelve a colocarlo en su alveolo y manténlo en su lugar mordiendo suavemente una gasa. Si no es viable, colócalo en un vaso con leche o solución salina.
- Acude al odontólogo de inmediato: la atención debe recibirse en la primera hora tras el accidente, ya que esto aumenta significativamente las posibilidades de un reimplante exitoso.
Actuar en los primeros minutos es clave para salvar el diente, así que no dudes en acudir a tu centro de confianza de inmediato. Si lo que necesitas es saber cómo arreglar un diente roto, sigue nuestros consejos, según tu caso particular.
¿Cómo es la intervención?
Una vez en la clínica, el odontólogo evaluará el diente y el estado del alveolo para decidir si es posible reimplantar el diente. El proceso suele incluir:
- Desinfección del diente y del alveolo para prevenir infecciones.
- Reimplantación del diente en su lugar y estabilización mediante una férula dental temporal para permitir que el diente se fije nuevamente en el hueso.
- Seguimiento y tratamiento adicional: pueden ser necesarias radiografías para asegurarse de que el diente ha sido reimplantado correctamente y verificar el estado de las raíces.
En algunos casos, puede ser necesario realizar tratamientos adicionales, como una endodoncia, si la pulpa dental (nervio) ha sido dañada.
Cuidados posteriores para evitar consecuencias
Tras una avulsión dental, el cuidado posterior es fundamental para la recuperación. A largo plazo, puede haber consecuencias, como la reabsorción de la raíz (en la cual el cuerpo va debilitando la estructura del diente reimplantado), o un mayor riesgo de infección recurrente en la zona afectada.
Para evitar que te pase, te dejamos algunas recomendaciones:
- Mantener una excelente higiene bucal para evitar infecciones. Consejo extra: usa un cepillo de cerdas suave.
- Evitar morder alimentos duros o realizar esfuerzos con los dientes durante los primeros meses.
- Asistir a revisiones periódicas para controlar la evolución del reimplante. Así, podemos prevenir complicaciones.
Para saber más sobre cuidados y tratamientos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, ¡recuperaremos tu sonrisa!