Dolor de mandíbula: causas
¿Te ha pasado que sientes una molestia persistente al masticar, hablar o incluso al bostezar? El dolor de mandíbula es una dolencia más común de lo que parece y, aunque muchas veces la pasamos por alto, puede estar relacionada con diversos factores. Si alguna vez te has preguntado por el dolor de mandíbula, causas más comunes, como se origina o como solucionarlo, este artículo es para ti. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es el dolor de mandíbula?
El dolor de mandíbula es una molestia que puede sentirse en cualquier parte del sistema mandibular: la articulación temporomandibular (ATM), los músculos de la cara, los huesos maxilares, los dientes o incluso las encías. Aunque en algunos casos puede presentarse como una molestia leve y pasajera, en otros puede volverse un dolor constante o agudo que interfiere en tareas tan cotidianas como hablar, comer o bostezar.
Este tipo de dolor puede aparecer de forma repentina o desarrollarse de manera progresiva, y en muchas ocasiones se confunde con dolores de cabeza, molestias cervicales o problemas dentales aislados. Por eso es importante no subestimarlo. Comprender las causas del dolor en la mandíbula es clave para aplicar un tratamiento adecuado y evitar que la situación se complique.
A continuación, te comentamos todo sobre el dolor de mandíbula, causas más comunes, cómo reconocerlas y qué opciones existen para tratar esta afección de forma segura y efectiva.
Dolor de mandíbula: causas frecuentes
Existen múltiples causas del dolor en la mandíbula y muchas de ellas requieren atención odontológica especializada.
Trastornos de la articulación temporomandibular (ATM)
La ATM es la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo. Cuando esta zona se inflama o se desajusta, aparece lo que se conoce como trastorno temporomandibular (TTM), una de las principales causas del dolor mandibular.
Síntomas habituales:
- Dolor al masticar o abrir mucho la boca
- Chasquidos o ruidos al mover la mandíbula
- Rigidez en la cara o el cuello
Este tipo de trastornos pueden ser provocados por una mala oclusión dental o hábitos como apretar los dientes.
Bruxismo
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche. Este esfuerzo excesivo puede sobrecargar la musculatura facial y la ATM, desencadenando dolor.
Signos que pueden alertarte:
- Dolor al despertar
- Desgaste dental visible
- Dolor de cabeza o cuello asociado
Un tratamiento odontológico adecuado puede aliviar el bruxismo y sus consecuencias.
Problemas dentales
En ocasiones, el dolor mandibular tiene su origen en un problema dental como una caries profunda, un absceso o una pieza retenida, especialmente las muelas del juicio.
Síntomas que pueden acompañar:
- Dolor localizado en un diente
- Inflamación o enrojecimiento en la encía
- Sensibilidad al frío o al calor
Ante estos síntomas, es fundamental acudir a la clínica lo antes posible para evitar que la infección se extienda.
Sinusitis o infecciones de oído
Aunque parezca sorprendente, infecciones en los senos paranasales o en el oído medio pueden irradiar dolor hacia la mandíbula. Esto se debe a la cercanía entre las estructuras faciales.
Síntomas comunes:
- Congestión nasal
- Dolor facial o de oído
- Fiebre o malestar general
En estos casos, será necesario un diagnóstico diferencial para descartar causas odontológicas.
Traumatismos o fracturas
Una caída, golpe fuerte o accidente puede provocar un traumatismo en la mandíbula. Incluso si no hay fractura visible, el impacto puede generar dolor persistente.
¿Qué observar?
- Hinchazón o hematomas
- Dificultad para mover la mandíbula
- Dolor agudo al contacto
Es importante no dejar pasar el tiempo y realizar pruebas de imagen si se sospecha una lesión.
¿Cuándo acudir al dentista?
Aunque algunos episodios de dolor mandibular pueden desaparecer por sí solos, especialmente si se deben a tensiones puntuales o a un esfuerzo muscular ocasional, no siempre es así. Cuando el malestar persiste o se repite con frecuencia, es una señal de que algo no está funcionando correctamente y conviene buscar ayuda profesional.
En general, deberías acudir al dentista si experimentas alguno de los siguientes síntomas:
- Dolor que se prolonga por más de tres días sin mejorar.
- Dificultad o dolor al abrir o cerrar la boca completamente.
- Sensación de chasquidos, crujidos o bloqueo al mover la mandíbula.
- Dolor al masticar, hablar o realizar movimientos faciales.
- Hinchazón en la zona mandibular, cuello o cara.
- Dolor que se irradia hacia el oído, cuello o cabeza.
Además, si el dolor aparece acompañado de otros signos como fiebre, inflamación visible o sensibilidad dental extrema, es recomendable actuar con mayor urgencia.
En muchos casos, el problema puede solucionarse con un tratamiento sencillo, pero si se deja pasar, podría derivar en molestias crónicas o complicaciones más serias.
Tratamientos para el dolor mandibular
El tratamiento del dolor mandibular dependerá siempre de su origen. Por eso, una evaluación profesional es fundamental para identificar las causas del dolor mandibular y aplicar la solución más adecuada en cada caso.
Férulas de descarga
Muy eficaces en casos de bruxismo o disfunción temporomandibular (TTM). Estas férulas ayudan a relajar la musculatura facial y evitan el desgaste dental, lo que puede reducir significativamente el dolor.
Rehabilitación oclusal
Cuando la causa del dolor mandibular es una mordida incorrecta, se puede recurrir a tratamientos como ortodoncia o ajustes oclusales para corregir la alineación de los dientes y equilibrar la función de la mandíbula.
Tratamientos odontológicos
Problemas como caries profundas, infecciones o la erupción de muelas del juicio también pueden provocar dolor mandibular. En estos casos, tratar el origen dental del problema suele ser suficiente para eliminar el malestar.
Abordaje multidisciplinar
En situaciones más complejas, puede ser necesario complementar el tratamiento odontológico con la intervención de otros especialistas, como fisioterapeutas, logopedas o cirujanos maxilofaciales. El trabajo coordinado entre profesionales mejora el pronóstico y acelera la recuperación.
Identificar las causas del dolor mandibular y tratarlo a tiempo no solo alivia las molestias, sino que también previene problemas más serios a largo plazo. Escuchar a tu cuerpo y prestar atención a señales como el dolor al masticar, hablar o abrir la boca es fundamental para cuidar tu salud bucodental.
Si sientes molestias persistentes o crees que puedes estar experimentando alguno de los síntomas mencionados, no lo dejes pasar. En Clínica Dental Riosdent, estamos aquí para ayudarte a encontrar el origen del problema y devolverte la comodidad al sonreír, hablar y comer. ¡Ponte en contacto con nosotros y pide tu cita!