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Dientes deformados por chupete

Con la llegada de un bebé al mundo son muchas las dudas que asaltan a los padres, especialmente si son primerizos. Una de ellas pasa por decidir si utilizar o no el chupete. El chupete ayuda a los bebés a dormir, a calmar la ansiedad y el dolor y reduce la incidencia de muerte súbita. Sin embargo, el miedo a que pueda interferir en la lactancia o provocar dientes deformados por chupete, lleva a algunos progenitores a optar por no ofrecérselo a sus hijos. En este post te contamos cuáles son las consecuencias del chupete en los dientes y cómo evitarlas. ¡Sigue leyendo!

 

Efectos del chupete en los dientes

Cuando el niño introduce en la boca el chupete lleva a cabo lo que se conoce como succión no nutritiva. En este tipo de succión se ejercen una serie de fuerzas que afectan a la posición de los dientes y provocan cambios en dientes y mandíbula. Algunas de las consecuencias más destacables son:

  • Los dientes centrales inferiores se van desviando poco a poco hacia dentro, mientras que sus equivalentes, en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera. Esto es lo que se conoce popularmente como dientes de conejo.
  • El uso prolongado del chupete puede provocar que los caninos choquen entre sí y ambas filas de dientes no se cierren correctamente. Esto provoca una maloclusión conocida como mordida abierta, es decir, que los dientes superiores se van hacia adelante, y los inferiores hacia atrás.
  • La acción de succionar pone en funcionamiento una serie de músculos de la cara que, junto con la posición de la lengua, hacen que las líneas superiores e inferiores pierdan su paralelismo causando mordida cruzada.

 

Cómo evitar la deformación de los dientes por chupete

Los dientes malformados por el chupete no tienen porqué notarse en todos los casos y hay niños que no llegan a presentar ningún tipo de deformación en la dentadura a pesar de haberlo empleado. El uso continuado y abusivo del chupete determinará que estos efectos sean reversibles o terminen provocando problemas que será necesario tratar.

Es más probable que estos efectos ocurran si se dan las siguientes dos condiciones:

  • La primera es que el uso del chupete sea muy prolongado en el tiempo, superior a 6 horas diarias. Cuanto más tiempo esté el niño ejerciendo presión, mayor es el riesgo de que se produzcan malformaciones. En este punto también influye mucho la fuerza que haga cada niño. Cuanto mayor sea la fuerza, mayor es el riesgo.
  • La segunda condición es que se prolongue el uso del chupete más allá de los 3 años de edad. Antes de ese momento no llegan a producirse malformaciones que modifiquen de forma definitiva los dientes. Incluso, en los casos en los que exista algún tipo de problema de alineación o mordida por el uso del chupete, los dientes vuelven a su sitio pasados unos meses.

Si evitamos estas dos condiciones el riesgo de que se produzcan deformaciones a causa del chupete es muy bajo. Aún así, si vemos que una vez retirado el chupete sí se han producido malformaciones es muy importante solucionarlo de inmediato. De no hacerlo, el niño podría desarrollar una maloclusión más grave y más difícil de corregir.

Por ello es muy recomendable, desde una edad temprana, llevar un correcto seguimiento de la salud bucodental de nuestros hijos y que este seguimiento se continúe de forma periódica a lo largo de toda su infancia.

 

Consejos para un correcto uso del chupete

Ahora que ya hemos visto que el uso del chupete no es perjudicial para los niños siempre y cuando se haga de forma responsable y se retire antes de los 3 años, te dejamos una serie de consejos de la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) sobre el uso del chupete.

  • Intentar no utilizar el chupete en los primeros días de vida, ya que favorecerá la instauración de una lactancia materna eficaz
  • Evitar usar el chupete como método para poder retrasar una comida.
  • A pesar de que pueda parecer lo contrario, que el niño use el chupete para calmar las ganas de chupar es mejor que que emplee uno de los dedos de su mano. Por un lado, el chupete es mucho más fácil de esterilizar. Por el otro, la superficie del dedo es más dura que la del chupete y puede provocar pequeñas heridas en la mucosa bucal.
  • Ajustar el tamaño del chupete en relación a la boca del bebé, si no es adecuado potenciará que se puedan generar deformaciones.
  • No mojar el chupete en azúcar, zumo, miel, ya que este hábito puede provocar la aparición de caries en los dientes del bebé.
  • Quitar el chupete a tiempo. Como ya hemos visto, es importante retirarlo antes de los 3 años para evitar problemas relacionados con la salud bucodental.

 

29 septiembre, 2022 Consejos, Niños , ,